martes, 11 de junio de 2013

Air- Bags


AIR-BAG: LA BOLSA QUE SALVA


La bolsa de aire (en inglés, air bag) es un sistema de seguridad pasiva instalado en la mayoría de los automóviles modernos. Este sistema fue patentado el 23 de octubre de 1971 por la firma Mercedes-Benz, después de cinco años de desarrollo y pruebas del nuevo sistema. El primer modelo que lo incorporó fue el Mercedes-Benz Clase S W126 de 1981 y después fue instalado en el Clase E W123.






El sistema de la bolsa de aire se compone de:
Detectores de impacto situados normalmente en la parte interior del vehículo, la parte que empezará a desacelerarse antes en caso de colisión, aunque cada vez se ponen más sensores, distribuidos por todo el vehículo de manera que no se produzcan errores en su activación.
Dispositivos de inflado, que gracias a una reacción química producen en un espacio de tiempo muy reducido una gran cantidad de gas (de un modo explosivo).
Bolsas de nylon infladas normalmente con el nitrógeno resultante de la reacción química.




Su función es la de, en caso de colisión (con aceleración mayor que 3 G), amortiguar con las bolsas inflables el impacto de los ocupantes del vehículo contra el volante, el panel de instrumentos y el parabrisas en caso de los air bag delanteros y contra ventanas laterales en los delanteros y traseros. Se estima que en caso de impacto frontal, su uso puede reducir el riesgo de muerte en un 30%.





















Por todos es conocido la importancia que tienen estos dispositivos en la actualidad para intentar minimizar los daños en las colisiones. Su función sólo tiene validez si se emplea junto al cinturón de seguridad, pudiéndose ver como un complemento a este.




Tanto es así, que algunos fabricantes emplean la palabra SRS en lugar de airbag, abreviatura de Supplemental Restraint System, que en castellano se traduce como, Sistema Suplementario de Sujección. Aunque el sistema se basa en un principio simple, desde el punto de vista mecánico es todo lo contrario.







El funcionamiento se basa en una bolsa que se hincha en el momento adecuado para amortiguar el golpe, y absorber la energía que lleva nuestro cuerpo cuando se sobrepasa la capacidad retentiva del cinturón.




Para que un airbag se active, la colisión debe ser en la zona en la que va situado el airbag. De este modo, si recibimos un impacto por la parte trasera, los frontales y laterales no deberían de funcionar, o en un impacto frontal, serán los laterales los que no entren en juego. De la misma forma, no debería saltar en colisiones a baja velocidad o provocados por objetos a baja altura. Como ejemplo, en el siguiente dibujo se puede ver el ángulo aproximado de incidencia para que se activen los air bags frontales.





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